La estación espacial china Tiangong-1 penetrará la atmósfera
terrestre a principios de abril de este año en un descenso no controlado. Está
previsto que la mayoría de sus componentes se consuman en la reentrada, pero
algunos escombros pequeños podrían golpear la Tierra, esparcidos por un área de
miles de kilómetros cuadrados. Según la Agencia Espacial Europea (ESA), que
monitoriza el artefacto desde la Oficina de Basura Espacial en su sede de
Darmstadt (Alemania), la probabilidad que tiene una persona de sufrir el
impacto de un fragmento es 10 millones de veces menor que su probabilidad anual
de impacto por un rayo.
Órbitas posibles de 'Tiangong-1'. En azul, el área con zero
riesgo de caída. La mayor probabilidad de reentrada se da en las franjas
amarillas. THE AEROSPACE CORPORATION
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